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Instituciones académicas
Los artículos de investigación, informes de síntesis y estudios por países y programas se recopilan a partir de numerosas instituciones académicas y de asociaciones profesionales nacionales, regionales e internacionales.

Instituciones bilaterales
Los organismos de desarrollo de muchos países hacen del desarrollo de competencias un pilar de su Ayuda Oficial al Desarrollo -desde la perspectiva de los sistemas educativos, la promoción del empleo, la reducción de la pobreza y el desarrollo del sector privado. La documentación de sus experiencias, evaluaciones y estudios de impacto, declaraciones de intenciones y otros productos del conocimiento están disponibles a través de la PIC Global.

Organizaciones de empleadores
Los empleadores invierten en formación con el fin de mejorar la productividad, innovar y adoptar nuevas tecnologías y competir en mercados cambiantes. Los estudios de casos prácticos y la investigación de determinados empleadores y asociaciones de empleadores en la PIC Global tratan de la oferta de aprendizajes y capacitación profesional, el control de calidad y la gestión de las instituciones de formación, así como el papel que desempeñan los empleadores para anticipar las necesidades en materia de competencias e influir en las políticas nacionales y sectoriales relacionadas con el desarrollo de competencias.

Gobiernos
Los gobiernos disponen de una gran cantidad de conocimientos sobre el desarrollo de competencias y son cada vez más conscientes de lo valioso que resulta aprender de las experiencias de los demás. Sus documentos de políticas, evaluaciones de programas y resultados de investigación recopilan sus experiencias y sus ideas sobre cómo establecer mejores vínculos entre las competencias y el empleo.

OIT
La Organización Internacional del Trabajo es un organismo tripartito de la ONU que promueve el Trabajo Decente a través del empleo, la seguridad social, las normas laborales y el diálogo social. Su labor en el desarrollo de competencias se rige por el marco conceptual sobre las Capacidades para mejorar la productividad, el crecimiento del empleo y el desarrollo, acordado en 2008 por los representantes de los Gobiernos, las Asociaciones de Empleadores y las Asociaciones de Trabajadores. La investigación, el asesoramiento sobre políticas, los proyectos piloto y los programas de cooperación técnica para aplicar buenas prácticas en circunstancias diferentes en sus 185 Estados miembros tienen como objetivo mejorar la empleabilidad de los trabajadores, la productividad y la competitividad de las empresas y la capacidad integradora del crecimiento económico. La Secretaría de la OIT en las oficinas de 40 países trabaja con los Ministerios de Trabajo, organizaciones de empleadores y sindicatos para integrar el desarrollo de competencias en las estrategias de desarrollo nacionales y sectoriales con el fin de: responder mejor a las necesidades actuales del mercado de trabajo y prepararse para los empleos del futuro; ampliar el acceso a la formación relacionada con el empleo para que los jóvenes, las personas con discapacidad y otros grupos vulnerables estén mejor preparados para adquirir competencias y conseguir un empleo productivo y decente; y mejorar la capacidad de los servicios públicos de empleo para proporcionar orientación profesional, mantener Bolsas de Trabajo y ofrecer programas activos del mercado laboral. Si desea obtener más información sobre la labor de la OIT en materia de competencias y empleabilidad, visite: http://www.ilo.org/skills/lang--es/index.htm; para la Plataforma de gestión del conocimiento de OIT/Cinterfor, véase http://www.oitcinterfor.org

Organizaciones internacionales
Recopilamos información proveniente de otras organizaciones internacionales que promueven el desarrollo de competencias y la transición de la educación y la formación al trabajo. El Grupo de Trabajo Interinstitucional sobre Educación y Formación Técnica y Profesional (IAG-TVET, por sus siglas en inglés) se estableció en 2009 con objeto de intercambiar resultados de investigación, coordinar actividades conjuntas de investigación y mejorar la colaboración entre las organizaciones que trabajan en los ámbitos nacional e internacional.

Otras fuentes
Los expertos de numerosos organismos nacionales, regionales e internacionales han tenido la generosidad de compartir sus opiniones, experiencias y conclusiones sobre las competencias, ayudando así a los responsables de políticas, entre otros actores, a entender los vínculos existentes entre la educación, la formación y el mundo del trabajo y la forma de integrar las competencias en la planificación del desarrollo nacional para promover el empleo y el crecimiento económico.

Grupos de expertos, fundaciones y servicios de consultoría
La plataforma también contiene información y recursos desarrollados por grupos de expertos, fundaciones y servicios de consultoría.

Instituciones de EFTP
Las instrucciones de educación y formación técnica y profesional (EFTP) juegan un papel importante para dotar a los jóvenes de herramientas que les permitan ingresar en el mundo laboral y mejorar su empleabilidad durante su trayectoria profesional. La PIC Global recaba y comparte información de las instituciones de EFTP sobre cómo estas responden a las cambiantes necesidades del mercado laboral, adoptan nuevas tecnologías de formación, amplían el alcance de su formación, y mejoran la calidad de sus servicios, en particular en los ámbitos de gobernanza, financiación, formación del profesorado y alianzas industriales.

Organizaciones de trabajadores
Adquirir nuevas competencias y mejorar las ya existentes ayuda a los trabajadores a mantener su empleabilidad y mejorar su nivel de vida. Los sindicatos desempeñan un papel clave en el aumento de oportunidades de formación basadas en el puesto de trabajo. La KSP Global comparte, entre otros recursos, estudios de casos prácticos, buenas prácticas e investigaciones facilitadas por los sindicatos, que ponen de relieve su implicación en la promoción de la formación en puestos de trabajo individuales, el diálogo social y la negociación colectiva en materia de competencias y su participación en el desarrollo de políticas de capacitación y fortalecimiento de las instituciones de formación.

Acceso a la formación

El acceso de todos a una educación de calidad, a la formación profesional y a la formación en el puesto de trabajo es un principio fundamental de la cohesión social y el crecimiento económico. Algunos grupos de personas pueden requerir una atención específica para poder beneficiarse de las oportunidades de educación, formación y empleo.
Esto se aplica particularmente a los jóvenes desfavorecidos, los trabajadores menos calificados, las personas con discapacidad y aquellas que viven en comunidades rurales. El atractivo de la educación y formación profesionales se ve reforzado cuando se combina con formación empresarial y cuando las políticas públicas alientan la utilización de mayores competencias por parte de las empresas.
Aprendizajes

Un aprendizaje de calidad basado en un diálogo social sólido y asociaciones público-privadas puede mejorar las perspectivas de empleo de los jóvenes al tiempo que desarrolla competencias de alto nivel identificadas por los empleadores como necesarias para el crecimiento y el aumento de la productividad.
Los sistemas de aprendizaje informales y regulados son importantes recursos de aprendizaje para que los jóvenes superen la trampa de la inexperiencia laboral, adquieran competencias nuevas y mejoradas y competencias reconocidas.
Prever las necesidades futuras en materia de competencias

Anticipación y adecuación de las necesidades en materia de competencias
Servicios de orientación profesional y empleo

La orientación y el asesoramiento profesional, la formación profesional y el desarrollo permanente de competencias para la empleabilidad son fundamentales para el éxito de las actividades de aprendizaje, la transición laboral eficaz, la planificación de los medios de subsistencia, el espíritu empresarial y el aumento de la participación en el mercado laboral. Son fundamentales para promover la utilización de las competencias, su reconocimiento, así como para mejorar la gestión de los recursos humanos de las empresas.
Las actividades de desarrollo profesional abarcan una amplia variedad de actividades, como la información y el asesoramiento en los recorridos profesionales, la orientación profesional, la exposición al trabajo, la evaluación, la tutoría, la asesoría, la creación de redes profesionales, la formación en competencias básicas y de empleabilidad (curricular y no curricular) y la formación empresarial. A menudo es un área que está fragmentada y es responsabilidad de diferentes ministerios (por ejemplo, educación, EFTP, empleo, juventud) lo cual requiere un esfuerzo para lograr la coordinación necesaria para proporcionar un apoyo adecuado a las personas durante los períodos de aprendizaje, empleo y desempleo/inactividad.
Competencias básicas y alfabetización

Las competencias de empleabilidad se construyen sobre las competencias que se desarrollan mediante la educación básica y a su vez las fortalecen. También son parte de esta base las competencias técnicas que se requieren para ciertas ocupaciones específicas o para desempeñar tareas o funciones especiales (como la enfermería, la teneduría de libros, el uso de tecnología o el manejo de un montacargas) y las cualidades profesionales o personales como la honestidad, la confiabilidad, la puntualidad y la lealtad.
Las competencias clave permiten que las personas puedan adquirir y aplicar nuevos conocimientos y competencias en forma continua; son además esenciales para el aprendizaje permanente. Las diversas agencias y organizaciones utilizan diferentes términos para nombrar estas habilidades, tales como “competencias clave”, “competencias blandas”, “competencias transferibles” o “competencias esenciales”.
Competencias digitales

El mundo del trabajo está experimentando una transformación sustancial debido a nuevas fuerzas. En particular, los avances tecnológicos, como la IA, la automatización y la robótica, han generado numerosas oportunidades nuevas, pero también han dado lugar a desafíos urgentes. Si bien con la aparición de la economía digital nuevos puestos de trabajo son creados constantemente, muchos otros corren el riesgo de quedarse obsoletos. Las innovaciones digitales modificarán rápidamente la demanda de competencias, creando así una mayor brecha de competencias que puede frenar el crecimiento económico. Dotar a las personas de competencias digitales básicas o avanzadas es esencial para prepararlas para oportunidades laborales en la economía digital. Esto conducirá a la innovación, a una mayor productividad y competitividad, así como a la ampliación de los mercados, el acceso al trabajo y las oportunidades de emprendimiento.
Financiación de la formación

La educación y la formación iniciales y el aprendizaje permanente benefician a las personas, los empleadores y la sociedad en su conjunto. Según los principios económicos, los costos de los servicios que aportan beneficios públicos y privados deberían ser compartidos por la financiación pública y privada; de lo contrario, no se proporcionará o no se seguirá la suficiente formación. Los mecanismos efectivos para financiar el desarrollo de competencias varían según las circunstancias políticas y económicas de los países y según su grado y nivel de diálogo social.
Igualdad de género

Las mujeres representan la mitad de la población mundial –y también la mitad del potencial económico mundial. Su participación en el mercado laboral reduce la pobreza, porque a menudo invierten el 90 por ciento de sus ingresos en el bienestar, la educación y la nutrición de sus familias. Sin embargo, la tasa de actividad de las mujeres se ha paralizado en alrededor del 55 por ciento a nivel mundial desde 2010.Por otra parte, las mujeres están desproporcionadamente representadas en el trabajo precario - empleos mal remunerados, poco cualificados e inseguros.
La formación desempeña un papel importante en la búsqueda de la igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres y hombres en el mundo del trabajo. Sin embargo, las mujeres a menudo carecen de acceso a la educación y la formación técnica y profesional. Muchas de ellas también carecen de competencias básicas, tales como la alfabetización y habilidades aritméticas, lo cual les ayudaría a participar de manera más significativa en la fuerza de trabajo. La superación de este reto requiere la adopción de un enfoque de ciclo de vida. Esto incluye la mejora del acceso a la educación básica para todas las niñas; la superación de las barreras logísticas, económicas y culturales para el aprendizaje y para la formación secundaria y profesional de las mujeres jóvenes; y la satisfacción de las necesidades de formación de las mujeres que deseen su reinserción en el mercado laboral y de las mujeres mayores que no han tenido el mismo acceso a oportunidades de aprendizaje permanente.
Mecanismos de gobernanza y coordinación

La gobernanza y la coordinación eficaces son elementos clave para el éxito de los sistemas de competencias. Aunque la coordinación es un factor importante, debe funcionar junto con otras condiciones clave para fortalecer la gobernanza. Cuando la gobernanza a varios niveles está respaldada por una comunicación eficaz, una financiación sostenible y una coordinación efectiva, tiene más posibilidades de apoyar el establecimiento de un ecosistema de aprendizaje permanente que permita a los individuos y a las empresas desenvolverse más eficazmente en el mundo del trabajo y del aprendizaje.
Aprendizaje permanente

Es necesario aumentar las inversiones en educación y capacitación, en especial en los países en desarrollo. Estas inversiones deberían estar estrechamente vinculadas a estrategias y programas de crecimiento de la economía y los empleos. Es una responsabilidad que debería ser compartida entre los gobiernos (principal responsable), empresas, interlocutores sociales, e individuos. Para que la formación permanente sea una realidad, los países van a necesitar hacer reformas importantes de sus sistemas de educación y capacitación profesional. Esquemas que faciliten la transición escuela-empleo de los jóvenes deberían integrar la educación con el aprendizaje en el lugar de trabajo. Los sistemas de formación deben ser más flexibles y responder rápidamente a los requerimientos en materia de capacidades técnicas. Las reformas también deben ser enfocadas a las formas en que puede facilitarse el acceso al aprendizaje, y no sólo para la capacitación en categorías ocupacionales específicas.
Trabajadores migrantes

Según las estimaciones globales de la OIT sobre trabajadores migrantes, había alrededor de 164 millones de trabajadores migrantes en 2017.
Los trabajadores migrantes contribuyen al crecimiento y desarrollo en sus países de destino, mientras que los países de origen se benefician enormemente de sus remesas y de las competencias adquiridas durante su experiencia migratoria. Sin embargo, muchas trabajadoras migrantes enfrentan desafíos para acceder a una formación de calidad y a empleos decentes, entre ellos, figuran el desaprovechamiento de las competencias, la falta de oportunidades de empleo o de formación, la falta de información y la explotación de los trabajadores poco cualificados.
Para hacer frente a estos retos, los países deben fortalecer los sistemas de anticipación de competencias a fin de que se tengan en cuenta en las políticas de migración, aumentar el acceso a la educación y la formación, y establecer el reconocimiento bilateral o multilateral de las cualificaciones y las competencias.
Seguimiento y evaluación

La medición de los resultados de los sistemas, políticas y programas específicos en materia de competencias es esencial para supervisar y mejorar su eficacia y pertinencia. Entre los elementos de un buen proceso de evaluación figuran: unas instituciones que tengan en cuenta la opinión de los empleadores y de los trabajadores en prácticas; unos mecanismos de seguimiento de los resultados de la formación en el mercado laboral y unos sistemas de rendición de cuentas que utilicen dicha información; así como una información cuantitativa y cualitativa del mercado laboral y una transmisión de la misma a todos los interesados.
Trabajadores de mayor edad

El acceso para todos a una educación de buena calidad, formación profesional y aprendizaje en el lugar de trabajo es un principio fundamental de la cohesión social y el crecimiento económico. Ciertos grupos de personas pueden requerir atención específica si desean beneficiarse de la educación, la capacitación y las oportunidades de empleo.
Este es particularmente el caso de los jóvenes desfavorecidos, los trabajadores poco calificados, las personas con discapacidad y las personas de las comunidades rurales. El atractivo de la educación y la formación profesional aumenta cuando se combina con la formación empresarial y cuando las políticas públicas fomentan el uso de competencias superiores por parte de las empresas.
Aprendizaje en línea y a distancia

A la vista de los rápidos cambios socioeconómicos y tecnológicos, los trabajos y las competencias necesarias para desempeñarlos siguen evolucionando. Muchos trabajos en sectores de gran intensidad de mano de obra, que suelen estar ocupados por grupos de personas económicamente vulnerables (como las mujeres y las personas con escasa formación), corren un alto riesgo de ser automatizados. En este sentido, es importante impartir conocimientos relevantes para el puesto de trabajo a un coste razonable, especialmente para los trabajadores cuyos empleos están en peligro. Si se aplican bien, las nuevas tecnologías en la educación y formación técnica y profesional tienen el potencial de mejorar el acceso al aprendizaje, mejorar su calidad a la vez que se reducen los costos, hacer que la enseñanza y el aprendizaje sean más relevantes para el trabajo y la vida de las personas, y animar a los individuos a convertirse en aprendices permanentes.
Participación de los interlocutores sociales

El mundo de la enseñanza y el mundo del trabajo son independientes pero están interrelacionados. Mientras que el uno implica aprender, el otro produce bienes y servicios. Ninguno de los dos puede prosperar sin el otro. Las alianzas sólidas entre el gobierno, los empleadores y los trabajadores sirven para asegurar la adecuación de la formación a las necesidades cambiantes de las empresas y los mercados laborales.
Personas con discapacidad

De los 1.000 millones estimados de personas con discapacidad en el mundo, unos 785 millones están en edad de trabajar. Mientras que muchos tienen un buen empleo y están plenamente integrados en la sociedad, la mayoría se enfrenta a un nivel desproporcionado de pobreza y desempleo. Esto constituye una enorme pérdida, tanto para las personas como para sus países. Una estrategia que incluya a las personas con discapacidad en las políticas de promoción de la formación y el empleo, junto con un apoyo adecuado para garantizar su participación, puede ayudar a las personas con discapacidad a obtener empleos convencionales productivos.
Reconocimiento y portabilidad de competencias

El desarrollo de competencias puede ser considerado desde la perspectiva del ciclo vital de la adquisición, el mantenimiento y la mejora de las competencias y habilidades. Un enfoque integral del desarrollo de competencias incluye las siguientes características: acceso a la educación básica de calidad, desarrollo de habilidades cognitivas y fundamentales, incluidas la alfabetización, la aritmética, la comunicación, la resolución de problemas y la capacidad de aprendizaje; y la puesta a disposición de oportunidades de formación continua dirigidas a trabajadores de edad y adultos. Los sistemas para mejorar el reconocimiento de las competencias obtenidas a través de ocupaciones, industrias y países mejoran la empleabilidad de los trabajadores, reducen la escasez de mano de obra y promueven buenas condiciones laborales para los trabajadores migrantes.
Empleo rural

Ocho de cada 10 trabajadores pobres en el mundo -que viven con US $ 1,25 al día- residen en zonas rurales. Además, muchos están atrapados en empleos vulnerables, especialmente en la agricultura. Florecientes zonas rurales son vitales para el desarrollo regional y nacional. Sin embargo, las economías rurales tienden a hacer frente a una amplia gama de desafíos, que las zonas urbanas tienen más probabilidades de superar. Por ejemplo, el acceso a los servicios de transporte, sanidad y salud, y una base de consumidores a proximidad, lo cual apoya en gran medida el desarrollo de pequeñas y medianas empresas. Las mujeres y los hombres que trabajan en las zonas rurales también se enfrentan a dificultades asociadas con la escasez de oportunidades económicas, la falta de inversión, una infraestructura y servicios públicos deficientes, los cuales incluyen la educación, y, en muchos casos, un gobierno débil y mercados subdesarrollados.
La educación, el espíritu empresarial y la infraestructura física y social, juegan un papel importante para el desarrollo de las regiones rurales. Las competencias laborales son fundamentales para mejorar la empleabilidad, para generar oportunidades, reducir la pobreza, mejorar la productividad y promover el desarrollo sostenible.
Enfoques sectoriales

Adecuar las competencias a la demanda del mercado de trabajo requiere información sectorial y profesional fiable así como instituciones que conecten a los empleadores con los proveedores de formación. Las estrategias e instituciones sectoriales han demostrado que pueden hacer participar a los grupos de interés en la promoción tanto de la formación previa al empleo como de la formación permanente.
Competencias para la economía del cuidado

La creciente demanda de trabajo asistencial seguirá creando un gran número de puestos de trabajo en los próximos años. Para construir un sector de los cuidados que beneficie a los trabajadores del sector, a los beneficiarios de los cuidados y a la sociedad en general, los gobiernos deben tomar medidas cruciales en relación con la naturaleza y la prestación de las políticas y los servicios de estos en el área de cuidados, así como con las condiciones del trabajo en ese campo. Esto debe incluir la creación de un sistema integral de formación, desarrollo de competencias y reconocimiento de las mismas, que garantice que los trabajadores sean capaces de satisfacer las nuevas necesidades en materia de cuidados.
Competencias para la transición ecológica/acción climática

La creciente importancia del desarrollo sostenible y el giro hacia economías con bajas emisiones de carbono y resilientes al cambio climático requerirán nuevas competencias y cualificaciones, y ofrecerán un gran potencial para la creación de empleos verdes. Ello conllevará cambios estructurales y la transformación de los empleos existentes. La transición a una economía baja en carbono y más verde generará millones de nuevos empleos, afectará negativamente a algunos sectores que tienen niveles elevados de emisiones y modificará la mayoría de las ocupaciones existentes, en lo que concierne a las tareas que engloban y a los requisitos en materia de competencias.
A fin de garantizar la transición a una economía más verde es indispensable disponer de las competencias requeridas por los empleos verdes. Actualmente, se considera ya que los déficits de competencias constituyen un obstáculo importante en diversos sectores, como las energías renovables, la eficiencia energética y los recursos, la construcción verde o los servicios ambientales. Por otra parte, la adopción y difusión de tecnologías limpias exige competencias en el área de la aplicación, la adaptación y el mantenimiento de las tecnologías. Asimismo, es esencial que existan competencias que permitan a las economías y empresas, los trabajadores y los empresarios adaptarse rápidamente a los cambios provocados por el cambio climático y las políticas ambientales
Competencias para la transición a la formalidad

La mayoría de los jóvenes en el mundo no tienen la oportunidad de asistir a instituciones formales de aprendizaje. La capacidad de los sistemas de educación y formación formales suele ser limitada debido a la insuficiencia de las infraestructuras de formación y a los costes relativamente elevados de la formación a tiempo completo en centros. En consecuencia, un gran número de jóvenes aprenden y luego trabajan en la economía informal.
Los sistemas informales de aprendizaje que transmiten las habilidades de un oficio a un joven en una micro o pequeña empresa han funcionado durante generaciones en muchos países. Se consideran, con frecuencia, la fuente más importante de formación en África y el sur de Asia.
Las mujeres y los hombres de la economía informal a menudo no poseen una prueba formal de sus habilidades. Las competencias adquiridas de manera informal no son visibles y, por tanto, a menudo no son reconocidas por los empleadores. La transición al mercado laboral formal también puede facilitarse si se evalúan y reconocen las competencias. Muchos países están introduciendo sistemas de reconocimiento del aprendizaje previo para ofrecer acceso a la formación continua o a los mercados laborales formales.
Políticas y estrategias en materia de competencias

Las políticas de competencias y de empleo deben ser consideradas conjuntamente. Se puede aprovechar todo el potencial de una política cuando ésta apoya los objetivos de la otra. Para que las inversiones en educación y formación beneficien al máximo a los trabajadores, las empresas y las economías, es fundamental que exista una capacidad de coordinación de los países en tres ámbitos: establecer un vínculo entre la educación básica y la formación técnica y, posteriormente, el ingreso en el mercado laboral; asegurar la comunicación continua entre los empleadores y los proveedores de formación para que la formación responda a las necesidades y aspiraciones de los trabajadores y las empresas; e integrar las políticas de desarrollo de competencias en las políticas industriales, comerciales, tecnológicas, medioambientales, de inversión y de desarrollo rural y local.
Normas, planes de estudio y recursos de aprendizaje

El enfoque estándar o basado en los resultados para el desarrollo de currículo es una tendencia mundial que refleja un cambio de paradigma de la prestación basada en los insumos a la prestación basada en los resultados, de la enseñanza al aprendizaje, de la experiencia de aprendizaje centrada en el contenido a la orientada al proceso/al rendimiento. En este nuevo paradigma se espera que el alumno demuestre lo que sabe y lo que es capaz de hacer con respecto a los estándares establecidos a nivel nacional. La adopción de un enfoque basado en los resultados para el desarrollo de los planes de estudio es una forma eficaz de abordar los posibles desajustes entre la oferta de educación y formación técnica y profesional (EFTP) y las necesidades del mercado laboral; entre los programas de formación irrelevantes u obsoletos; y entre las necesidades y expectativas de los empleadores y los alumnos.
Profesores, formadores y organizaciones de formación

En el centro de cualquier sistema de competencias se encuentran los gestores y el personal de las instituciones de formación, quienes se enfrentan a retos considerables para impartir programas de calidad en una época de restricciones fiscales. A medida que aumentan las expectativas puestas en las instituciones, se espera cada vez más que los gestores y formadores ofrezcan programas flexibles, receptivos y de actualidad, basados en asociaciones sólidas con los empleadores locales que proporcionen buenos resultados a nivel de empleo. Por ello, es necesario que los mandantes refuercen la capacidad de su personal institucional para satisfacer las expectativas que les imponen los sistemas impulsados por la demanda.
Calidad y pertinencia de la formación

Aprendizaje basado en el trabajo y utilización de habilidades

Cada vez más, los países de todo el mundo, en todos los niveles de desarrollo, están dando prioridad al aprendizaje en el trabajo, dentro de su agenda política, reconociendo su potencial para reducir el desajuste de las competencias, satisfacer la demanda de competencias de un mercado laboral que cambia rápidamente, proporcionar una formación profesional rentable, promover el desarrollo del sector privado y facilitar la transición al mundo del trabajo.
Además, la cuestión de cómo se utilizan las competencias en el lugar de trabajo y cómo las empresas se comprometen con el ecosistema local de competencias está recibiendo una mayor atención. Se reconoce cada vez más que los trabajadores que utilizan mejor sus competencias tienen más probabilidades de tener una mayor satisfacción laboral, ganar mejores salarios y estar más preparados para adaptarse a los cambios laborales que se puedan presentar, mientras que los empleadores se benefician de una mano de obra más productiva e innovadora, lo que les permite maximizar el rendimiento y la rentabilidad de la empresa.
Empleabilidad de los jóvenes

A nivel mundial, casi 68 millones de mujeres y hombres jóvenes están buscando trabajo y están disponibles para trabajar, y se estima que 123 millones de jóvenes trabajan, pero viven en la pobreza. El número de personas que ni trabaja, ni estudia, ni recibe formación (“ninis”, que equivale al acrónimo "NEET" en inglés) es de 267 millones, y en su mayoría son mujeres jóvenes. Es significativo que los jóvenes tienen tres veces más probabilidades que los adultos (25 años o más) de estar desempleados.
El desarrollo de competencias es primordial para facilitar a los jóvenes una transición sin problemas hacia el mundo del trabajo. Es necesario un planteamiento amplio para integrar a las mujeres y hombres jóvenes en el mercado laboral, lo que incluye la capacitación práctica pertinente y de calidad, la información sobre el mercado laboral, la orientación profesional y los servicios de empleo, el reconocimiento del aprendizaje previo, la incorporación de la iniciativa empresarial con capacitación y predicción eficaz en materia de competencias. La mejora de la educación básica y de las competencias laborales fundamentales es particularmente importante para que los jóvenes participen en actividades de aprendizaje permanente y para facilitar su transición al mercado laboral.
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