Potential Opportunities for Women’s Economic Empowerment - Potato and Leafy Green Vegetable Value Chains - Akkar, Northern Lebanon
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OIT
La Organización Internacional del Trabajo es un organismo tripartito de la ONU que promueve el Trabajo Decente a través del empleo, la seguridad social, las normas laborales y el diálogo social. Su labor en el desarrollo de competencias se rige por el marco conceptual sobre las Capacidades para mejorar la productividad, el crecimiento del empleo y el desarrollo, acordado en 2008 por los representantes de los Gobiernos, las Asociaciones de Empleadores y las Asociaciones de Trabajadores. La investigación, el asesoramiento sobre políticas, los proyectos piloto y los programas de cooperación técnica para aplicar buenas prácticas en circunstancias diferentes en sus 185 Estados miembros tienen como objetivo mejorar la empleabilidad de los trabajadores, la productividad y la competitividad de las empresas y la capacidad integradora del crecimiento económico. La Secretaría de la OIT en las oficinas de 40 países trabaja con los Ministerios de Trabajo, organizaciones de empleadores y sindicatos para integrar el desarrollo de competencias en las estrategias de desarrollo nacionales y sectoriales con el fin de: responder mejor a las necesidades actuales del mercado de trabajo y prepararse para los empleos del futuro; ampliar el acceso a la formación relacionada con el empleo para que los jóvenes, las personas con discapacidad y otros grupos vulnerables estén mejor preparados para adquirir competencias y conseguir un empleo productivo y decente; y mejorar la capacidad de los servicios públicos de empleo para proporcionar orientación profesional, mantener Bolsas de Trabajo y ofrecer programas activos del mercado laboral. Si desea obtener más información sobre la labor de la OIT en materia de competencias y empleabilidad, visite: http://www.ilo.org/skills/lang--es/index.htm; para la Plataforma de gestión del conocimiento de OIT/Cinterfor, véase http://www.oitcinterfor.org

Igualdad de género

Las mujeres representan la mitad de la población mundial –y también la mitad del potencial económico mundial. Su participación en el mercado laboral reduce la pobreza, porque a menudo invierten el 90 por ciento de sus ingresos en el bienestar, la educación y la nutrición de sus familias. Sin embargo, la tasa de actividad de las mujeres se ha paralizado en alrededor del 55 por ciento a nivel mundial desde 2010.Por otra parte, las mujeres están desproporcionadamente representadas en el trabajo precario - empleos mal remunerados, poco cualificados e inseguros.
La formación desempeña un papel importante en la búsqueda de la igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres y hombres en el mundo del trabajo. Sin embargo, las mujeres a menudo carecen de acceso a la educación y la formación técnica y profesional. Muchas de ellas también carecen de competencias básicas, tales como la alfabetización y habilidades aritméticas, lo cual les ayudaría a participar de manera más significativa en la fuerza de trabajo. La superación de este reto requiere la adopción de un enfoque de ciclo de vida. Esto incluye la mejora del acceso a la educación básica para todas las niñas; la superación de las barreras logísticas, económicas y culturales para el aprendizaje y para la formación secundaria y profesional de las mujeres jóvenes; y la satisfacción de las necesidades de formación de las mujeres que deseen su reinserción en el mercado laboral y de las mujeres mayores que no han tenido el mismo acceso a oportunidades de aprendizaje permanente.
Aprendizaje permanente

Es necesario aumentar las inversiones en educación y capacitación, en especial en los países en desarrollo. Estas inversiones deberían estar estrechamente vinculadas a estrategias y programas de crecimiento de la economía y los empleos. Es una responsabilidad que debería ser compartida entre los gobiernos (principal responsable), empresas, interlocutores sociales, e individuos. Para que la formación permanente sea una realidad, los países van a necesitar hacer reformas importantes de sus sistemas de educación y capacitación profesional. Esquemas que faciliten la transición escuela-empleo de los jóvenes deberían integrar la educación con el aprendizaje en el lugar de trabajo. Los sistemas de formación deben ser más flexibles y responder rápidamente a los requerimientos en materia de capacidades técnicas. Las reformas también deben ser enfocadas a las formas en que puede facilitarse el acceso al aprendizaje, y no sólo para la capacitación en categorías ocupacionales específicas.
Empleo rural

Ocho de cada 10 trabajadores pobres en el mundo -que viven con US $ 1,25 al día- residen en zonas rurales. Además, muchos están atrapados en empleos vulnerables, especialmente en la agricultura. Florecientes zonas rurales son vitales para el desarrollo regional y nacional. Sin embargo, las economías rurales tienden a hacer frente a una amplia gama de desafíos, que las zonas urbanas tienen más probabilidades de superar. Por ejemplo, el acceso a los servicios de transporte, sanidad y salud, y una base de consumidores a proximidad, lo cual apoya en gran medida el desarrollo de pequeñas y medianas empresas. Las mujeres y los hombres que trabajan en las zonas rurales también se enfrentan a dificultades asociadas con la escasez de oportunidades económicas, la falta de inversión, una infraestructura y servicios públicos deficientes, los cuales incluyen la educación, y, en muchos casos, un gobierno débil y mercados subdesarrollados.
La educación, el espíritu empresarial y la infraestructura física y social, juegan un papel importante para el desarrollo de las regiones rurales. Las competencias laborales son fundamentales para mejorar la empleabilidad, para generar oportunidades, reducir la pobreza, mejorar la productividad y promover el desarrollo sostenible.
Empleabilidad de los jóvenes

A nivel mundial, casi 68 millones de mujeres y hombres jóvenes están buscando trabajo y están disponibles para trabajar, y se estima que 123 millones de jóvenes trabajan, pero viven en la pobreza. El número de personas que ni trabaja, ni estudia, ni recibe formación (“ninis”, que equivale al acrónimo "NEET" en inglés) es de 267 millones, y en su mayoría son mujeres jóvenes. Es significativo que los jóvenes tienen tres veces más probabilidades que los adultos (25 años o más) de estar desempleados.
El desarrollo de competencias es primordial para facilitar a los jóvenes una transición sin problemas hacia el mundo del trabajo. Es necesario un planteamiento amplio para integrar a las mujeres y hombres jóvenes en el mercado laboral, lo que incluye la capacitación práctica pertinente y de calidad, la información sobre el mercado laboral, la orientación profesional y los servicios de empleo, el reconocimiento del aprendizaje previo, la incorporación de la iniciativa empresarial con capacitación y predicción eficaz en materia de competencias. La mejora de la educación básica y de las competencias laborales fundamentales es particularmente importante para que los jóvenes participen en actividades de aprendizaje permanente y para facilitar su transición al mercado laboral.
Estudios de caso y buenas prácticas
Estudios de casos prácticos que documentan las buenas prácticas e ilustran los beneficios y las enseñanzas recabadas de determinados enfoques o métodos en la práctica.

The assessment examines the status of women in the potatoes and leafy green vegetables value chains in the Akkar region in order to highlight potential areas that will increase their visibility as valuable members of both their individual communities and the agriculture sector, as well as to showcase opportunities for women empowerment.
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