
De los 1.000 millones estimados de personas con discapacidad en el mundo, unos 785 millones están en edad de trabajar. Mientras que muchos tienen un buen empleo y están plenamente integrados en la sociedad, la mayoría se enfrenta a un nivel desproporcionado de pobreza y desempleo. Esto constituye una enorme pérdida, tanto para las personas como para sus países. Una estrategia que incluya a las personas con discapacidad en las políticas de promoción de la formación y el empleo, junto con un apoyo adecuado para garantizar su participación, puede ayudar a las personas con discapacidad a obtener empleos convencionales productivos.
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Publication Date:
14 September 2012
Source: Otras fuentes
La obsolescencia de competencias está intrínsecamente ligada al progreso tecnológico y, en muchos casos, no supone problema alguno. Parece un proceso natural que a medida que las personas progresan en sus carreras profesionales ya no necesiten…